10 del 10 del 2010

Estándar

Ayer, bueno para mí sigue siendo «hoy», fue 1o/10/10.  Los números no tienen cabida en mi vida, normalmente no estoy pendiente de que día es y no soy de señalar fechas en el calendario por saber lo que ello conlleva. Cuando señalamos una fecha en el calendario nos vemos obligados a recordarnos cada año (incluso cada mes) que ese día pasó en nuestras vidas. En ocasiones son buenos recuerdos, en otras ocasiones recuerdos horribles y en otras buenos recuerdos que nos hacen daño ahora. Pero este día es especial, es un día que no puede volver a repetirse así que he decidido hacer algo especial por marcar una excepción en mi antinumérica vida.

Hoy, he escrito algo a las 10:10 de la noche (más que nada porque por la mañana estaba durmiendo y ni siquiera recordaba tan bondadosa casualidad…). He escrito algo para recordarme cosas que por lo menos deben durar hasta el 11/11/11.

«Un día cualquiera en la vida del que ama, es un día lleno de instantes en los que se siente agradecido de tener personas a las que querer con toda su alma y a la vez un día en el que se siente el peligro de que por azares de esta vida se pueda perder a esas personas. Es difícil asumir que aquellas manos que te aprietan fuerte puedan escurrirse entre tus dedos y perderse para siempre. No es justo que la vida sea fugaz y cambiante para los que no la entendemos, para los que seguiremos pensando en el calor que han dejado esas manos y no podremos soltarlas nunca. No es justo sentir que abrazamos el aire y que el vacío no puede llenarse ya en nuestro pecho. Afortunadamente la pérdida no es lo único que nos queda a los que somos capaces de querer, afortunadamente podemos pensar en seguir adelante y conservar todo aquello que aprendimos de las personas a las que hemos querido. Supongo que hablo de esto por locura e inconsciencia, aún no sé que es de verdad perder a alguien. Mi espíritu luchador a hecho siempre que cuando alguien amado se ha perdido en el camino, he podido correr incluso en contra de mí misma para recuperarlo. No sé que me deparará la vida cuando no pueda luchar contra la causa de la pérdida, cuando el estado de vacío tenga que hacerse un hueco permanente en mi vida. Pero sí se que por ahora tengo cuanto quiero dentro de mí y que trataré de cuidarlo con toda mi alma para que no se vaya. La pega de esta vida es que me gustaría luchar contra los dragones que os hacen daño, pero no soy capaz de llegar más allá de donde llegan mis manos. Solo os puedo apretar con fuerza la mano para que con las vuestras seáis fuertes para acabar con lo que os duele. Me despido ya de este escrito, pues probablemente la razón por la que empecé a escribirlo era bien distinta a esta. Al final siempre termina ganando el corazón a la razón.»

Para todos aquellos que se saben dentro de mí, que son muchos y de maneras muy distintas y especiales. Me hago grande en horas señaladas y días diferentes, pero no lo apunto en un calendario porque no puedo apuntalar esta gloria como si yo la hubiera conseguido, es por vuestros apretones por los que puedo seguir volando.

Un comentario »

  1. Eres una tontaca, que me has hecho que llore al leerte, he leído muchas de las cosas que has escrito pero ninguna tan realista y tan bella, supongo que me siento reflejada en la primera parte de él y en la segunda sólo quisiera que me tengas para siempre tendida esa mano. Gracias….

    • Por un momento he pensado en pedirte perdón por haberte hecho llorar, pero luego he recordado que las lágrimas son como el detergente del espíritu que nos deja limpiarnos de vez en cuando. Entiendo que te haya llegado dentro lo que he escrito, hacía tiempo que no me ponía en la piel de tantas personas y en la mía misma a la vez para escribir algo.
      Por supuesto que mi mano está aquí apretando, no dudes que estás dentro de ese círculo al que intento enviarle toda mi energía y mi calor…
      Un abrazo muy fuerte.

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